Verónica Cangemi, voz estelar de la música barroca en el Mayor

JUNTO A LA FILARMÓNICA DE BOGOTÁ

Fuente: El Nuevo Siglo

De una pequeña provincia de Argentina es Verónica Cangemi, una de las voces más icónicas de la música barroca, que ha recorrido los escenarios más prestigiosos del mundo. Una estrella apasionada por Händel y Mozart, que regresa a Colombia en un imperdible concierto.

El 8 de este mes, a las 8:00 p.m., Cangemi engalanará el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, junto a la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara, con un repertorio que incluirá obras reconocidas de Mozart, bajo la dirección de Roger Díaz Cajamarca.

Cangemi es invitada frecuente de importantes casas de ópera y de festivales como la Ópera Estatal de Viena, Glyndebourne, Covent Garden, el Festival de Salzburgo y el Teatro de los Campos Elíseos, por nombrar algunos. 

Fue una de las figuras estelares del V Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá, en donde interpretó arias de las óperas como “Orlando furioso”, de Händel y Vivaldi.

Se ha presentado bajo la batuta de Zubin Mehta, Claudio Abbado, John Elliot Gardiner, Andrea Marcon, Fabio Biondi, William Christie, Nikolaus Harnoncourt, Sir Neville Marriner, Jean Christophe Spinosi y Marc Minkowski, entre otros.

La soprano argentina habló con EL NUEVO SIGLO sobre sus orígenes en la música, su trayectoria y el próximo concierto en el escenario bogotano.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo llega a su vida el mundo de la música?

VERÓNICA CANGEMI: Vengo de una familia de músicos, sobre todo mi madre, que es cantante de ópera; entonces inicié mi mundo musical desde su vientre. A los cuatro años empecé a estudiar flauta dulce con Lars Nilsson, un sueco que fue decano de la Universidad Nacional de Cuyo en Argentina y creador del grupo Markama.

Luego estudié, desde los seis años, violonchelo durante 20 años. Debido a que mi madre me estimuló tanto para cantar empecé a estudiar canto con ella en la Universidad de Cuyo y luego me fui a Alemania, donde terminé mis estudios. Después me presenté a un concurso internacional y gané el Francisco Viña, el certamen más importante de España. Eso fue lo que me habilitó un poco a comenzar una carrera internacional.

ENS: ¿Cómo fue dar ese paso de Argentina a Europa?

VC: La verdad es que fue bastante interesante porque no vengo de Buenos Aires, sino de una provincia del interior de Argentina, Mendoza, donde realmente el mundo de la ópera es muy pobre porque se hace cada cierto tiempo, pero sí hay una universidad de músicos con intercambio de jóvenes, que fue lo que permitió mi formación para salir del país. No fue fácil venir de una provincia, donde la vida no es tan internacional, pero muy enriquecedor y positivo para mi formación y mi vida como profesional.

ENS: ¿Cuáles han sido los obstáculos que se ha encontrado a lo largo de su carrera?

VC: El mundo de la ópera es un mundo donde hay personajes tanto femeninos como masculinos. La mujer es muy necesaria. De hecho, en los grandes repertorios mozartianos la mujer era la protagonista. Pero uno de los obstáculos era que para trabajar en los teatros no era muy fácil porque para llevar una carrera internacional en la época en la que empecé, estoy hablando de los años 80, donde no existía el internet, el fax, ni los teléfonos móviles, la mujer tenía que cumplir ciertas reglas, como que si estabas embarazada no te contrataban o si estabas casada con hijos tampoco, porque tenían miedo a que uno no pudiera cumplir con las reglamentaciones que requerían las óperas en el mundo. Pero esto fue cambiando con el tiempo para mejor.

También, los obstáculos que me encontré eran las decisiones importantes de saber qué repertorio iba a tomar para no arruinar mi voz. También es muy importante decidir qué vas hacer de tu carrera, si vas a tener o no una familia, si te dedicas solamente al mundo de la ópera, pero específicamente con el mundo de mi carrera musical, los obstáculos eran tomar decisiones cruciales de cuál iba a ser el futuro de mi carrera.

ENS: ¿Qué fue lo que la atrajo a la música barroca, con la que se ha hecho un lugar importante en el mundo?

VC: La música barroca fundamentalmente es maravillosa y muy bella. Decidí elegir este repertorio porque tenía una mentalidad más instrumental que solística. El mundo barroco le permite a uno ser un instrumento más con la voz, como en el repertorio del Cantista, donde la voz es protagónica.

En el mundo barroco, si bien tuve la suerte de cantar las Divas del Barroco, que son las mujeres protagonistas del barroco, son repertorios líricos, siempre he ido con una formación bastante instrumental, al haber sido violonchelista y haber hecho tanta música de cámara, eso fue como mi idioma cotidiano.

Amo Händel y luego me especialicé en todo el repertorio handeliano. La música barroca hizo que yo tuviera un lugar en el mundo. Después con los años fui evolucionando y ampliando el repertorio, pero no cambiándolo.

ENS: La próxima semana visitará Colombia, ¿qué significa para usted presentarse junto a la Filarmónica de Bogotá?

VC: Esperé muchos años para poder cantar en Colombia. Si bien tuve muchas ofertas para venir a Colombia y tuve la suerte de cantar con colegas colombianos en el mundo, que realmente es un país lleno de gente maravillosa y de una cultura interesantísima, esperé muchos años. Pero el año pasado debuté en Bogotá con esta Orquesta, con la que tengo la suerte de volver a tocar ahora. La verdad es que es muy emocionante poder cantar estos repertorios en países con una cultura distinta, pero tan interesante como lo que hago.

ENS: ¿Qué podrán escuchar los asistentes en esta presentación?

VC: En este repertorio vamos a hacer justamente las mujeres de Mozart, que son las divas mozartianas, son roles que he hecho mucho en las óperas en mi carrera, son personajes con los que me siento muy identificada, y terminamos el concierto con una aria que tiene la suerte de hacer un triángulo entre el piano, la cantante y la orquesta. Ese sería el repertorio, neta y puramente mozartiano.

ENS: ¿Cuáles serán los próximos pasos de Verónica Cangemi?

VC: Los próximos pasos incluirán un concierto con obras de Vivaldi y Händel en Argentina y Perú. Luego haré un concierto en el Teatro Colón de Argentina con Michael Schade, quien es un tenor canadiense y austriaco con el cual debutamos juntos en Salzburgo, y luego voy a hacer una ópera en Viena. Acabo de cantar “La Bohéme” en el Colón y creo que con esto ya está el 2022 cerrado. Para el 2023 tengo un festival en Viena. Hoy por hoy se planifica todo con más lentitud que antes. Así que aún estamos mirando la agenda del 2023–2024.